La pluma de Karvante

De Leyendas del Olvidado
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NOMBRE La reliquia Maldita
FECHA 2020
Nº Eventos 1
Finalizada Si

Todos han recibido una carta de la arcanista Abis Luna Roja, en ella los cita en la Dama Misteriosa, una especie de taberna pero mucho mas discreta que las que suelen verse por todo Ventormenta. Os cita con el fin de obtener vuestra ayuda y colaboracion en la busqueda una reliquia que busca su Maestro. De gran valor y poder, pero ella desconoce hasta que punto es de importante. Gracias a las acciones realizadas por Valzanaar ha podido averiguar que se encuentra en el recien quemado Teldrassil. Aventurarse al interior de los restos calcinados no sera tarea facil. ¿Ayudaran estos valientes a Abis?

Capítulo 1: Localizacion exacta de la pluma y llegada al incinerado Teldrassil

En cuanto todos estan presentes en el lugar donde han sido citados. Abis despliega un pergamino donde se muestra el lugar exacto en el que se encuentra la reliquia. Un punto situado al norte de la ciudad de Darnassus. Y justo a esa ciudad se dirigen a traves de un portal en el que se ve claramente el templo de la Luna carbonizado. Al llegar las cenizas les impiden la visibilidad hasta tal punto de tener que cerrar los ojos... Pero eso no es lo peor. El olor a quemado es insoportable, sobretodo el olor de la carne de cientos de civiles amontonados por las calles y los rincones.

Capítulo 2: Camino al norte

Poco a poco y gracias a la magia el grupo avanza a duras penas por la ciudad sorteando los cadaveres y el fuego hasta que encuentran el camino que se dirige al punto deseado a las afueras de la ciudad. Alrededor de la ciudad la estampa no mejora... Los animales y los cadaveres forman una masa indescriptible y casi no se distingue la carne Kaldorei de la carne de animal. Finalmente la maga Aelara atisba lo que parece una poza de la Luna cuando se encuentran una gran grieta en el camino debido al incendio y a la muerte de aquel imperioro arbolde vida convertido en una tumba para todo un pueblo y una raza.

Capítulo 3: La poza, el cementerio y el arbol con forma de oso

Cuando llegan al punto marcado en el pergamino se encontraron con tres cosas:

  • Una poza de la Luna
  • Unos cuerpo amontonados
  • Un arbol con forma de oso

La primera eleccion fue la Poza de la Luna; se acercaron y comprobaron que a pesar del incendio aun habia un poco de aguas purificadoras y algunas ofrendas florales ya chamuscadas. Alli la astuta Elli coloco un puñado de flores de paz que llevaba en su mochila. Y casi como un resorte a la espera de dicha ofrenda la poza se ilumino librandolos de la espesura del incendio y mejorando su vision. De pronto un gran haz de luz cegador inunda la poza y aparece una lagrima. Todos se acercaron curiosos a verla pero la lagrima no parecia responder ante nadie. Pero cuando Gribel intento cogerlo...Este comenzo a girar sobre su propio eje a una velocidad extrema y exponencial hasta que finalmente estalló y pequeñas motas de Luz de Luna cayeron sobre el sacerdote que miraba a los demas sin saber muy bien que habia ocurrido. Tenia una Luna sobre la cabeza tan brillante que generó unas risas entre aquella desolacion en la que se encontraban.

Tras inspeccionar la Poza pudieron ver con mucha mas claridad que habian unos cuerpos amontonados.- Cuando se acercan no pueden contener la tristeza pues la imagen de los cuerpo Kaldorei sin vida y amontonados unos con otros como muestra de que en vida se abrazaron para sorportar las llamas es sobrecogedor. Aunque hay un cuerpo, que mantiene la forma. Se trata de una elfa con una tunica celesta y dorada con motivos lunares en el bordado de la misma. Lo que ninguno esperaba es que su espiritu se materializara y comenzara a hablar...

Espiritu de A'moora:¡Elune! dath ni. Dor mush'al ni onoduna, Fal dur do ni do'rah al'shar

Todos se miraron los unos a los otros con excepcion de Gribel, que sin saber como habia entendido las palabras de aquel espiritu. Abis agacho la cabeza pues tambien supo lo que aquel espiritu deseaba y cerro los ojos antes de que una lagrima se le escapara. Gribel tradujo a los demas lo que habia escuchado:

Diosa... ¿Eres tu? aun agurdo tu llamada, ¿ por qué no me llevas contigo?

Quedo claro que aquella Luna que Gribel portaba con orgullo llamo la atencion del espiritu. este se acerco a Griebl y el sacerdote palidecio por un instante pero el espiritu fue absorvido por la Luna y donde antes era blanca ahora era azul. Pero antes dijo algo mas que desconcerto al grupo:

Espiritu de A'moora: Anoduna o thoribas tal shari'fal dieb lo adore an. Asto're

Protege y custodia las reliquias tal y como yo lo he echo durante mi tiempo de vida. Gracias

Tras ver como el espiritu se pierde en la luna de Gribel dedicen avanzar hasta el arbol con forma de oso.- Alli un fuego fatuo descomunal protege lo que parece la entrada de una cueva. No parece muy amistoso pero en cuanto ve al sacerdote comienza a desdoblarse en los espiritus de tres custodios Kaldorei, dos elfos y una elfa.

Alanna Cuervojo: Saludos custodio, llevamos mucho tiempo esperandote. La guerrera nocturna esta cegada por la cara oscura de la Diosa y se ha olvidado de nosotros. Espero que guardes las reliquias como es debido.

Tras aquellas palabras y casi sin dar tiempo a ningun tipo de respuesta los tres espiritus guardianes se disipan en la Luna azul de Gribel. Despues la Luna mucho mas iluminada se eleva hacia el cielo hasta que todos la pierden de vista. Pero los guardianes han dejado un obsequio en el suelo protegido contra manos impias. El mas cercano a el era el sacerdote, se agacho y con sumo cuidado lo tomo en su mano. Se trataba de una gema singular, bella y posiblemente con cualidades magicas ligadas a la Diosa de los Kaldorei. Ahora el poseia La gema del custodio

Capítulo 4: La cueva

Prosiguieron su camino con el fin de encontrar la reliquia. Se adentraron en la cueva que tenian ante sus ojos. Curiosamente en aquella cueva no habia ninguna rastro del fuego que abraso Teldrassil, eso si, unos cuantos murcielagos se arromilinaron alrededor de las cabezas de todos ellos al entrar. Tras caminar unos metros por un pasillo angosto aquella cueva abria su cavidad dando lugar a un espacio bello y armonioso con la naturaleza. Las camara era ahora muy amplia, las estalagtitas y las estalagmitas lucian brillantes y todo estaba iluminado, aunque no sabian de donde venia esa luz. Se escuchaba el tranquilizador sonido del agua correr con serenidad. Al final de la camara un arbol milenario; una especie de ficus con las hojas moradas y el tronco blanco como el nacar. Todo parecia ir bien y el entorno solo proporcionaba paz pero en cuanto pusieron sus pies en la camara de aquella cueva... Dos antarboles les cortaron el paso:

  • El de la derecha tenia el tronco grisaceo y las hojas moradas
  • El de la izquierda el tronco marron y las hojas rojizas.- ¡No pasareis!- decia gritando

Los antarboles les pedian una prueba que era dificil de demostrar: Que sus corazones eran puros. Si conseguian superarlos el camino quedaria despejado y podrian seguir avanzando.

El primero en cargar fue el antarbo rojizo, que se adelanto a su homologo quedando curepo a cuerpo del grupo. La batalla no fue ni tan siquiera agradable, pues dañar a unas criaturas tan bellas y honorables no estab en la mente de ninguno de ellos. Cuando casi vencen al antarbol rojo, su compañero, el antarbol morado comenzo a sanarlo hasta que pudo recuperar todas sus fuerzas. Finalmente pudieron vencer a los dos. Estos perdieron su posicion de combate y se hicieron a un lado en una especie de estado de latencia. Ahora la camara estaba a su disposicion.

Capítulo 4: La Cámara del custodio